Alba Cayuelas - Escritora y correctora

Últimos trucos para vender en Ferias y firmas de libros

Si has llegado hasta aquí, ya tienes un arsenal de consejos para vender más y mejor en Ferias del Libro: la postura, la sonrisa, tu discurso de ventas… ¡Pero aún queda más por descubrir! Hoy te traigo los trucos del almendruco finales para que arrases en tus próximas firmas. Estos son los detalles que marcan la diferencia, así que toma nota porque el éxito está en los pequeños gestos.

1. El atrezzo: prepara tu espacio como si fuera un escenario

El primer truco para vender de hoy es que tu espacio debe ser un imán para los ojos. No basta con colocar los libros en fila como soldados, ¡haz que brillen! Prepara tu mostrador con detalles que llamen la atención. Puedes llevar velas, flores, un mantelito mono o elementos que se relacionen con la temática de tus libros (por ejemplo, este año, para la promoción de Hija de la Muerte, compré unas flores artificiales anaranjadas, como las que utilizan las Muertes para protegerse en el Túnel y en algún otro sitio… 😏, y en las firmas rodeo mi espacio con ellas para destacarlo).

También otros elementos que llamen la atención, como los típicos paneles luminosos con tu nombre, un bolígrafo llamativo para firmar o cualquier otro elemento de decoración que se te ocurra.

En cuanto al roll up, tiene sus pros y sus contras. Está claro que llama la atención debido a su gran tamaño; el problema es que, precisamente por eso, es posible que en muchos sitios (sobre todo en las estrechas casetas de las Ferias) no te dejen colocarlo (te recomiendo preguntar e informarte antes de pegarte el viaje cargada con el armatoste). Además, los autores suelen hacerlo con la portada del libro que acaban de publicar y, cuando escriben el siguiente y empiezan con la promoción de este, ya no lo usan y tienen que adquirir otro con el nuevo libro. Me parece un desembolso de dinero cíclico prescindible.

En mi caso, encontré este roll up de sobremesa tamaño A4 y lo diseñé con mi nombre, mi foto, mis redes y web y los géneros que escribo (no las portadas, así me sirve para siempre). De esta forma, todo el que pase puede leer quién soy, qué escribo y dónde encontrarme, incluso si estoy ocupada en ese momento y no puedo atenderlo. ¡Y es mucho más sencillo de transportar!

¿Tienes una novela romántica? Unas flores o pétalos de rosa irían perfectos. ¿Es una saga de fantasía? Añade algún objeto mágico o misterioso. El atrezzo crea ambiente y hará que la gente se acerque a tu caseta con curiosidad. Además, tu espacio será más acogedor y visualmente atractivo. Piensa que es tu escaparate: ¡tiene que invitar a entrar!

2. Folletos llamativos: el recuerdo en papel

¿Qué pasa si alguien no compra tu libro al momento porque tiene prisa (de verdad, sin ser excusa) o los niños no le permiten escuchar bien? ¡No pasa nada! Aquí es donde entran en juego los folletos llamativos que puedes entregar con rapidez. Diseña algo atractivo con la portada de tu libro (o libros), una breve sinopsis y tus redes sociales o página web. Incluso puedes añadir tu foto y una breve presentación, ¡lo que se te ocurra! De esta manera, se llevarán tu historia en formato de bolsillo y, quién sabe, ¡quizá te busquen más tarde!

Piensa en esto como tu tarjeta de presentación. No todos van a comprar de inmediato, pero si les das algo bonito y fácil de recordar, las posibilidades aumentan. Y asegúrate de que el diseño sea llamativo y original, porque un flyer aburrido acaba en el fondo de un bolso sin pena ni gloria.

3. ¿Quieres destacar? ¡Vístete como tu personaje!

Este truco es para las más atrevidas: ¡disfrázate o vístete como tu personaje! No hay nada más divertido y memorable que ver a la autora de un libro vestida como su protagonista e interactuando como lo haría ella. Si tu personaje principal es una pirata, un hada o una detective, puedes tomar prestado parte de su estilo y adaptarlo a tu look del día.

No tienes que disfrazarte al 100 % (aunque, si te atreves, ¡genial!), pero pequeños detalles como un sombrero, una capa o un accesorio pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, para la publicación de Hija de la Muerte, mi editora me regaló un colgante idéntico al de la protagonista, y me lo he puesto para todas las firmas; además, fui a la Japan Keekend totalmente vestida de negro (extraño en mí, pero común entre los personajes de mi libro).

Esto no solo te hará destacar, sino que la gente que pase por tu caseta se llevará una experiencia mucho más inmersiva.

4. Supera tu timidez: el gran reto

En ciertos momentos de mi vida, he sido tímida hasta el punto de no poder pedir mi propia comida en un restaurante; así que, si a ti también te ocurre, ¡no te preocupes! Aunque creas que no, tiene solución y se puede trabajar. Aquí van unos consejos para que rompas el hielo sin sentir que te desmoronas o que se te sale el corazón por la boca:

Lo primero es que te des permiso para estar nerviosa, pero no dejes que eso te paralice. Empieza con pequeñas interacciones: sonríe a las personas que se acercan, di «hola» con alegría pero sin compromiso, y poco a poco te sentirás más cómoda y suelta.

También es útil preparar frases de antemano. Por ejemplo, «¿Te gusta leer?». Esta me gusta mucho porque, en una Feria de Libros, lo más normal es que a quien le preguntes te diga que sí, ¡y ya has captado su atención! ¿Ves que fácil?

Y, oye, si te dice que no… Solo tienes que dejar que siga su camino.

Otra opción es que le preguntes según el género que escribes: «¿Te gustan las novelas románticas?», «¿Eres lectora de fantasía?», también son una buena manera de romper el hielo. Si tienes una lista mental de preguntas o comentarios, te resultará más fácil iniciar conversaciones y te sentirás menos expuesta.

5. Opta por preguntas abiertas

Esto es el expertise del apartado anterior.

Personalmente, no me gustan demasiado las preguntas de respuesta sí/no porque no generan diálogo (y porque te pueden decir que no y es muy muy difícil volver a encauzar la conversación).

Así que, en lugar de utilizar el socorrido «¿Te gusta leer?», puedes preguntar: «¿Qué tipo de libros sueles leer?» o «¿Cuál ha sido el último libro que te ha enganchado?». Este tipo de preguntas invitan a la gente a hablar más y, si se sienten cómodos, será más fácil que terminen interesados en lo que ofreces.

También es una forma ideal de sonsacarles información para descubrir cuál de tus novelas (si escribes géneros o incluso tropos o clichés diferentes) les puede atraer más.

¡Ojito!, con este tipo de preguntas te arriesgas a no conocer el título o el autor que te nombren y quedes como desinformada (por decirlo suavemente) de tu propio sector. Que sí, que ya sabemos que es imposible estar al tanto de las doscientas mil novedades que se publican ahora mismo al mes, pero… Ten cuidado. Queremos ponérnoslo fácil, no sentirnos vendidas.

6. Haz networking: ¡conoce gente!

Las Ferias del Libro no solo sirven para vender libros, también son una oportunidad perfecta para hacer contactos dentro del mundo literario y editorial. Aprovecha para conocer a otros autores, editores, libreros y otros profesionales del sector. ¡Nunca sabes qué oportunidades pueden surgir de una buena conversación!

No seas tímida a la hora de presentarte y hablar de tus proyectos. Las ferias son un lugar interesantísimo para conectar con personas que comparten tus mismas pasiones. ¿Quién sabe? Puede que te lleves alguna colaboración o idea nueva.

7. ¡No te olvides de anunciar tus firmas en redes sociales!

Este es un fallo muy común: olvidarse de anunciar las firmas o no hacerlo por creer que, de todas formas, nadie irá. ¡Error! Haz que tus lectores se enteren de que vas a estar en una feria, y no solo con un post aislado, ¡insiste! Publica con tiempo, recuérdalo por stories y, si te atreves, graba incluso un pequeño vídeo invitando a que vayan a verte. Cuanta más visibilidad, mejor. Nunca sabes quién puede estar viéndote al otro lado.

La gente no siempre va a las ferias por casualidad, así que haz que sepan que estarás ahí. Así, cuando llegues al evento, ya tendrás a algunos lectores esperándote (y si no, ¡no pasa nada! Te quedarás sin libros con los trucos para vender que hemos aprendido durante estas semanas 😉).

8. ¡Atención, familiares! No bloqueen la caseta

Sabemos que los familiares/amigos/parejas se emocionan mucho cuando nos ven firmando en una Feria del Libro. Y claro, quieren estar ahí, apoyándote al máximo, y hacerte un reportaje fotográfico digno de una familia real europea. ¡Eso está genial! Pero… a veces, sin darse cuenta, pueden acabar bloqueando el acceso a la caseta e impidiendo que los posibles lectores te descubran y compren tu libro, que es precisamente para lo que estás ahí (¡o peor!, es posible que dejen libre tu espacio, pero bloqueen al compañero).

Así que, antes de que te sientas como si estuvieras en una reunión familiar en medio de la feria, habla con ellos de antemano.

Explícales con cariño que, aunque los adores, es importante que no se queden plantados justo frente a tu mesa porque los posibles lectores quizá no se atrevan a acercarse. Un buen truco es asignarles una misión: que se paseen un rato por la feria y te hagan promoción por ahí. ¡Que te ayuden desde la distancia!

9. Regalos económicos: marcan la diferencia

A veces, un pequeño regalo adicional puede ser la gota que incline la balanza a tu favor y haga que alguien se decida a comprar tu libro. No necesitas gastarte una fortuna en regalos; lo importante es que sea un detalle bonito y significativo.

Algunas ideas que funcionan muy bien son los marcapáginas a juego con el libro, que puedes diseñar fácilmente o encargar en lotes pequeños. También puedes optar por pegatinas, mini-ilustraciones o incluso algo DIY (hazlo tú misma). Estos detalles no solo endulzan la compra, sino que hacen que los lectores sientan que se llevan algo más especial, un recuerdo de ti.

Además, dar un pequeño regalo a cambio de la compra crea una conexión emocional, algo que puede diferenciarte de otros autores. Y es una forma económica de añadir valor sin comprometer tu presupuesto. Recuerda que la clave está en el detalle, no en el precio.

10. Sobre todo, cumple las normas de la caseta

Este es un consejo fundamental que muchas veces se olvida. Cada feria y caseta tienen sus propias normas y es importante que las sigas. Respeta el tiempo que tienes asignado (si no te ofrecen quedarte un rato más, no lo pidas porque los pones en un compromiso), no invadas el espacio de otros autores (ni intentes quitarles ventas, que queda horrible) y colabora con los libreros u organizadores.

Recuerda que los libreros hacen un gran esfuerzo para que tu firma sea un éxito, así que sé respetuosa y flexible. ¡Una buena relación con ellos puede abrirte muchas puertas para futuras ferias!

11. Lleva siempre una botellita de agua (y snacks)

Como buena tauro, no podía despedirme de esta serie de artículos sin dejarte este Albi-consejito por escrito.

Este truco no tiene que ver directamente con las ventas (bueno, quizá con tu humor sí y, al final, todo está relacionado), pero, créeme, te salvará. Las Ferias del Libro pueden ser largas y agotadoras. Lleva siempre agua para mantenerte hidratada y algún snack ligero para que no te falte la energía. ¡Vender libros con el estómago vacío no es fácil!

¡Ojo!, no me refiero a un bocadillo de jamón ibérico que chorree aceite y al que se le salga el tomate rallado por los lados. Estamos hablando de frutos secos, alguna barrita energética, galletitas saladas… o cualquier otra cosa que puedas llevarte a la boca CON DISIMULO. Y, por favor, traga antes de hablar con un posible lector 😅

También te recomiendo tener a mano caramelitos de miel; hablar con los lectores reseca mucho la garganta, te lo digo yo.

Además, ten en cuenta cualquier otra cosa que puedas llegar a necesitar. Por ejemplo, yo, que sufro migrañas, nunca me olvido de llevar mi medicación de emergencia por si acaso. Si la migraña me juega una mala pasada, me la tomo y enseguida puedo continuar con el ritmo de la Feria.

En cuanto a los chicles, lo siento, pero mi recomendación es que no uses. Queda muy feo que alguien te hable mientras masca chiche (y ya ni te cuento si hacen una pompa o se les escapa un poco de babilla, puaj).

12. Disfruta el momento

Por último, solo me queda recomendarte que disfrutes de la experiencia. Las Ferias del Libro son una oportunidad de oro para compartir tu trabajo con los lectores. Relájate, sonríe y vive el momento.

Te lo aviso: las Ferias enganchan. ¡Cada vez te quedarás con ganas de más!

Hasta aquí mis trucos para vender… Por ahora

Estos son mis últimos trucos para vender mejor en Ferias del Libro, junto a los anteriores artículos que hemos visto en las semanas anteriores, fruto de mi laaargaaa experiencia como librera y como autora durante los últimos siete años. Te he querido explicar todo lo que me ha ocurrido a mí y lo que he visto que les sucedía a otros, porque sé que vender(se) es la asignatura pendiente de la mayoría de los escritores y que llega a angustiar tanto a autores noveles como ya consagrados.

Seguro que me dejo cosas por el camino, pues este tema es extenso y da para mucho; pero, oye, lo bueno es que siempre puedo hacer un 2.0 y actualizar en el futuro con nuevas experiencias y aprendizajes que vayan surgiendo.

Si crees que habría que añadir cualquier punto relevante, tienes los comentarios a tu disposición para compartir tu sabiduría.

Ya sabes: compartir es vivir (y de guapas 🥰).

¡Nos vemos en la próxima Feria con todos estos consejos en acción!

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